Tuvimos una charla ayer, de esas que no se tienen desde hace muchísimo tiempo con alguien a quien uno apreciaba. Recordamos sólo algunas pocas cosas y el resto de la conversación telefónica transcurrió entre tu vida y la mía. Sus complicaciones y placeres. Quedamos en vernos, a lo mejor mañana y, si no, pronto, en estos días, junto a otros compañeros o amigos en aquel momento.
Y, de repente, inmediatamente después de que cortamos e incluso esta mañana, me puse a pensar que aquellas eran otras épocas, y que felices que eran. Ibamos a la secundaria, volvíamos a nuestras casas, salíamos el día de la semana que se nos ocurriera y, empezando el viernes, los fines de semana no parábamos hasta el domingo. ¡Qué manera de divertirse, de no considerar tiempos, espacios, de ser y sólo ser! Los mismos que somos hoy, aunque, ahora, tal vez, un poco más apagados, con más responsabilidades, pendientes de crearnos un futuro, o pensando en estabilidades. En ese momento el futuro era lejano, el presente estaba asegurado y ni siquiera pensamos en mudarnos. ¿Para qué, a dónde?
¡Qué lindo es volver hoy a todo aquello, sin volver! Una conexión entre el pasado y el presente increíblemente mágica, extraña, con un sabor a hermosos recuerdos que permanecen intactos.
Comentarios
o de quien es?
es muy lindo
y nostalgico a la vez...
Val...
creo que seguire buscando tu grupo en el face...
te quiero fede, mucho! aunque sea una colgada de cuarta :)
cariito