Llueve afuera y adentro el silencio lo invade todo. Es medianoche y acaba de terminar el domingo. Estoy solo y acostado escribiendo estas lineas. La oscuridad es casi total, salvo por una breve luz que entra desde la ventana. Puedo escucharme, descubro un momento de tranquilidad lejos del ruido exterior, pero no el actual, el de siempre. Miro en mi y quiero más de esa quietud, acompañada de respuestas. Busco un equilibrio emocional, mental y físico.
Quiero respuestas a miles de preguntas y quiero nutrirme de experiencias para superar errores y no caer nuevamente ante las mismas adversidades.
Lucho contra mi todos los días, contra mis miedos, incertidumbres, mi ansiedad, y esta pelea, les juro, es la más difícil.
Han pasado 3 años, 36 meses, 144 semanas, 1095 días, 26 mil doscientas ochenta horas, 1.576.800 minutos y 94.608.000 segundos. Transcurridos junto a ustedes, de los que me llevé conmigo los mejores recuerdos. Y con ellos me sale recordar la biblioteca y los momentos vividos, buenos, increíbles, malos también, son mis compañeras de trabajo, Ceci que estás siempre, que le ponés el pecho y das la cara todos los días pase lo que pase por abrir la maldita biblioteca, por ser como sos, con tu apoyo siempre que necesité una mano, por nuestros desahogos juntos, en llanto o a las puteadas, por darnos ese aliento porque nos teníamos los dos, por cagarnos de risa, esas tentadas que duraban una hora, por los cigarrillos juntos, las comidas que no me olvido más, por las charlas esas que cuando nos poníamos eran durísimas!!, te quiero y gracias, por tantas cosas que los dos llevamos guardadas de lo que vivimos. Maryyy, por ser como una abuela para miii, por ser esa señora correcta que se sonrojaba ...
Comentarios
de otros paisajes, otros tiempos,
en los que una suerte mejor me conoció.