Un intercambio de mensajes entre individuos. Un proceso que implica la transmisión de una determinada información. Una forma de relacionarse que todos usan y dominan a la perfección. La comunicación, fluye sólo a los fines personales. Poca es la búsqueda para lograr una vía de comunicación que se genere más allá de una conveniencia personal. Y se producen lo que podríamos llamar déficits comunicacionales, o falta de comunicación. O bien podríamos decir que la herramienta maravillosa que ha de ser el lenguaje, en cualquiera de sus formas, deja de tener consistencia y sustento en nuestros tiempos. Nadie parece prestar atención al otro, a lo que los demás necesitan, porque no es necesario escucharnos. Corremos para llegar al trabajo o cuando tenemos que irnos para casa, corremos para llegar a encontrarnos con alguien, o cuando volvemos. No hay un porque, una razón, una explicación que justifique estar tan apurados y no reparar en una hora, un minuto o quizás sólo unos segundos en nosotros...
Este es un lugar al que vengo cuando me quiero olvidar del mundo. O tal vez acordarme de otras épocas, o proyectar hacia el futuro. Un espacio para dejarme llevar y expresarme tal cual soy. Para volar, viajar, y disfrutar de las maravillosas herramientas que nos da nuestro lenguaje, las palabras.