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Mostrando las entradas de abril, 2009

Los medios parecen sólo hablar del dengue

Los medios parecen sólo hablar del dengue. Dejaron de haber en la agenda otros temas importantes. Atrás quedaron la inseguridad o los irrisorios índices del Indec, o las estúpidas e insignificantes peleas entre nuestros nefastos políticos sobre las adelantadas y patéticas elecciones del 28 de junio. El mosquito que nos acecha a todos vino desde el norte y para quedarse, para matarnos a todos de miedo, asustarnos bien y que nos quedemos en casa, o por lo menos eso es lo que intenta la prensa en general, y noticieros en particular como el de 13 o más bien multimedios como Clarín. Con periodistas a quienes respeto mucho, pero que no comparto el tono amarillista con el que se trata o manipula la información. Información que nos llega a cada uno de nosotros, a nuestras casas y genera terror. Y en situaciones como éstas debe mantenerse la calma y actuar con prudencia y la misma “despreocupación” que se tuvo cuando la epidemia no estaba tan cerca nuestro. Aunque no por eso digo que no se haya

Extrañaba...

Extrañaba. De verdad, mucho, sin ocultarlo, sin miedo a lo que dijeran los demás o como lo juzgaran. Extrañaba despierto y dormido. Y soñando. Y soñaba con no extrañar e igual lo hacía, era cuando más le sucedía. Cuando a veces trataba de borrar esa sensación de su mente, cerrando los ojos y tratando de pensar en cualquier cosa, era absolutamente en vano. Extrañaba. Sin miedo, sin consuelo, sin problemas, sin palabras. Llenando hojas y espacios vacíos. Permaneciendo en silencio o hablando. Extrañaba el todo y cada una de las partes. Extrañaba en pequeños e ínfimos y en cuantiosos y considerables detalles. Extrañaba porque sí, ¿Por qué no? Extrañaba con convicción y a veces con escepticismo. Extrañaba con nombre y apellido. En mayúsculas o con minúsculas. En imprenta o en cursiva. Con determinación e indeterminación. Con exactitud e imprecisión. Siendo lo más objetivo e imparcial como lo más subjetivo y personal que podía. No reparaba en tiempos ni espacios, no había tiempos ni espacios